PERDIDOS. 6-12-07.

La imagen muestra mis pies tras perdernos dos horas y andar con un calzado totalmente inadecuado. Eso nos pasó la mañana que decidimos ir al zoo. Yo no soy amiga de los zoos, al contrario, pienso que no deberían existir, sin embargo todo el mundo hablaba maravillas del zoo de Singapur y yo quería ver el estado en el que se encontraban los animales, en especial los orangutanes, así que decidimos ir a espiar. Cogimos el metro, llegamos a la supuesta parada del zoo, nos pusimos a andar, andar, andar, andar, andar...¡y nos perdimos!. Terminamos en un camino sin salida junto a una autopista donde salió a nuestro encuentro de entre la maleza una serpiente negra que casi me mata del susto y reaccioné todo lo contrario de como se debe reaccionar ante una serpiente, en vez de estarme quieta me puse a dar saltos descontroladamente mientras chillaba, vamos que si me hubiera picado lo tenía más que merecido...Finalmente tras dos horas de caminata, quien sabe por donde y los pies molidos y llenos de ampollas, conseguimos un taxi. El taxista encantador, nos cantó canciones de amor, desafinando un poco pero fue divertidísimo.